GOJI.

ALOE.
En uso interno y externo el aloe está indicado en afecciones dermatológicas e infecciones exantemáticas (sarampión, varicela, rubeola, herpes), afecciones de la mucosa gástrica e intestinal (gastritis, hiperacidez, úlcera gastroduodenal, infecciones gastrointestinales y enfermedades inflamatorias intestinales como crohn, colitis ulcerosa y colon irritable) y de la mucosa bucal (aftas, gingivitis, periodontitis, candidiasis bucal y esofágica), estados de inmunosupresión, procesos inflamatorios y autoinmunes tipo artritis, procesos tumorales, prevención de estados de inmunosupresión y procesos infecciosos, hiperglucemias e hiperlipidemias.

ARANDANO.
Contiene antocianidinas o antioxidantes que retrasan el envejecimiento y luchan contra las enfermedades, previene y ayuda en la mejoría de la visión, la capacidad de ver en la oscuridad, cataratas, degeneración macular y ceguera, protección de los tejidos del cerebro, varices, flebitis y hemorroides, memoria y revierte las declinaciones físicas y mentales propias de la edad avanzada, limpia y refuerza las paredes de venas y arterias, prevención de la aterosclerosis, de los ataques cardíacos y de los accidentes vasculares cerebrales, combate las infecciones del tracto urinario y lo ayudan a mantenerse sano, anti inflamatorio y bactericida, anti-diarreico, cáncer, control de peso. Las antocianidinas ayudan a fortalecer el colágeno, proteína que es parte importante de los ligamentos, tendones y el cartílago, y en enfermedades inflamatorias de las articulaciones.

LACTOBACILOS.
Excelente contra problemas digestivos: flatulencias, digestiones lentas y difíciles originadas por excesos alimentarios, acidez de estómago, pesadez de estómago; afecciones digestivas: estreñimiento, diarrea, intolerancia a la lactosa; intoxicaciones: contribuyen a restablecer el equilibrio de la microflora intestinal; halitosis: el mal aliento está causado por trastornos gastrointestinales o provocados por una alimentación incorrecta que favorece la microflora de putrefacción o períodos de convalecencia, para restablecer el equilibrio natural de la microflora intestinal dañada por bacterias patógenas o antibióticos.